jueves

Las mentiras piadosas inflan mucho los globos

Fue con un fin bueno, no somos mucho de mentir, pero esta vez ERA NECESARIO. Sino, como ibamos a hacer?

La cuestión es que se lo recontra creyó y a medida que pasaba el tiempo se lo creía más y más y más. La mentira nos salía cada vez mejor, era siempre un poco más creíble, y había más cómplices involucrados. Lo peor es que empezó muy sutilmente, pero la mentira fue creciendo, creciendo, creciendo, hasta casi explotar (como la propaganda del telemarketer) .



Cada vez que lo hablabamos nos íbamos sintiendo peor y AY! que feo que es mentirle a alguien sabiendo que se lo está creyendo TANTO TANTO TANTO.



Maru, en serio perdón, pero no podés decir que no nos salió bien!

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