Finally

Estuvimos esperando más que mucho, ya saben. Y llegó el día. Parecía que no venía más. Pero acá estamos.
Las chicas largas se toman vacaciones. Largas, larguísimas vacaciones. Esperamos poder reportarles algo desde el destino a recorrer, aunque es dudoso.

Volveremos en forma de fichas, cartas y bufandas!

Una de números

Como si fuera una película de terror que me da miedo y curiosidad a la vez, no podía parar de mirar. Los segundos pasaban y mi capacidad de observación se afilaba. Su lapicera roja podía hacer un simple movimiento de ok, o sus cejas se fruncían, y escribía con cierta tensión sobre mis hojas.
Temor y taquicardia.
Alguien me vio asomada a la puerta de ese aula y me dijo es tremendo, no? Digo, ver como están corrigiéndote el examen.. . Yo dije Sí.

Me quedé en silencio, con los ojos puestos en sus manos y la lapicera roja y volví a sentirme como 5 años atrás, minimizada, un número, una más de la masa de gente, sin nombre, sólo un apellido que podía sonarle conocido a algún profesor y entonces al pasar lista, "Tenías una hermana vos?".

De repente, esa mañana que había empezado demasiado temprano, la lapicera roja moviéndose sobre mis hojas, se desmoronaron en el asiento del auto. Como apagón me quedé dormida de golpe.

Predicciones

Próximas a nuestro viaje, las chicas largas conversamos sobre la suerte que correríamos por poseer una nacionalidad exótica:

Puede pasar que 'Extranjera mata galán' (Es decir que, gracias a ser extranjeras seamos protagonistas de conquistas múltiples).
Pero también puede ocurrir que 'Extranjera, gata, malan(danza)' (Si entendemos como malandanza, mala experiencia o desaventura. Es decir, un panorama poco afortunado).

¿Usted qué opina señor lector?

Vienna en código

Cuando el auto entró en la autopista te miré a los ojos y no supe si asustarme más o creer que nos llevaban, como decían, al aeropuerto.
La diferencia horaria entre Buenos Aires y Vienna no era clara. Vos parecías entenderla, pero cuando me la decías y tratabas de explicarme, no sonaba razonable. Yo no sabía qué pensar.
Teníamos que llegar rápido para no perder el avión y vos habías conocido dos austríacos que hablaban entre ellos de manera incomprensible para nosotras y que tampoco entendían nuestro inglés. Pero más allá de las diferencias lingüísticas, se habían ofrecido a llevarnos.
Vos estabas relajadísima y yo me comía las uñas.


Los austríacos no entendían mi inglés y vos no me escuchabas cuando yo trataba de decirte que nos bajáramos de ese auto.
Era igual que hablarle a alguien que no entiende el código.

Se me vuela el calendario

Por ahí soy la única que hace esto, aunque no creo.
Me gusta ponerme una 'meta' en el tiempo. Elijo un hito, algo importante que tiene que ocurrir en el futuro y mentalmente hago el final countdown de los días hasta que eso llega.
Lo hago desde siempre... desde que tengo memoria uso ese mecanismo para sentir que eltiempopasamásrápido, aunque obviamente sea mentira. Es que es todo mental...

Lo que pasa es que, últimamente, esos momentos importantes llegan cada vez más rápido.
Una vez, una vieja copada que se me puso a hablar en un colectivo, me dijo que ella y su marido viajaban mucho, y que habían ido a un congreso en no-se-dónde, en el que se dijo que el tiempo pasa más rápido ahora, que hace unos siglos. ¿Será verdad? ¿Los días, las semanas y los meses pasan cada vez más rápido?

Yo me quedo paradita en el mismo lugar y las cosas simplemente me pasan por arriba, no llego ni absorber todo lo que pasa.

El dibujo es suyo

Vos no

Vos no, así no, porque no, ya no, no y basta.

Saludo cordial

Qué triste que no podamos hablar, que me mires así, con gracia.
Llegué lo más rápido que pude, hasta apuré el paso las últimas cuadras. Igual no, no hay caso. Te hablo dulce, calmada, hago pausas para no trabarme. Es lo mismo. No hay posibilidad de diálogo. No somos iguales y eso, eso te encanta. Sabés que no puedo quejarme, sabés que tenés la última palabra porque sos autoridad. Cuelgo de un hilito que pendula y fantaseás con cortarlo y verme caer hacia el abismo.
Estoy acá hace una hora ya, tratando de que entiendas con pocas palabras y buscando las que corresponden decir. Nada, silencio de radio.
Sé que esto en breve, no tendrá importancia, es más, ahora no la tiene.
Aún así, qusiera encontrarte en unos años y decirte, cuando no seas más autoridad, andate a la concha de tu hermana pelotuda, estudié muchísimo para tu materia durante todo el año y este 4, debería ser un 7.

The end

En algún momento quise dilatar el final, pero ahora, empezando una nueva semana... ya está todo atrás, muy atrás mío.

(Además, quince días son muchos menos de lo que parecen)

Stubborn

(Está chica me mata con sus dibujos)Admito. Soy terca, muy terca. No me gusta aceptar algo con lo que no estoy de acuerdo, algo que me incomoda, algo que no me beneficia... Es verdad, admito.
Acaba de terminar (de hecho, esto es el punto final) una situación que me forzó a cortar con mi cabeza dura. Me empeñé por mucho tiempo en seguir en lo mismo, pero era imposible. Y la obstinación es inútil, aprendí.
Esto debería haber terminado hace tiempo ya. Un mes, incluso dos (quien sabe si más, o quien sabe si no debería haber comenzado nunca...) De cualquier manera, yo no quise ver, mucha gente quizo mostrarme... y yo seguí siendo tan porfiada como antes. Todo eso fue para pior. Usted sabrá Sr. Lector, cómo es en estos casos...
Me gustó dejar de ser terca por un rato. Y bueno, así estamos estos días.

People goes in and out of our lives, and we have to deal with it.

¿Cómo estoy yo? Aliviada, aliviadísima.

Cuestión de fraternidad

Entre toda esa niebla generada por ese no sé qué , sintió que su cabeza no se detuvo ni por un instante. Se preguntó, se rió, citó frases y no se acordó de muchas otras. La sensación de una cabeza imparable llena de verborragia y cosas para decir, la hizo sentir mareada. Se escuchó a si misma por un rato largo, pensando, pensando qué decir, cómo. Trataba de llevar su cabeza a otro lado y volvía a caer en lo mismo.
Justo en ese momento, entre tantas palabras no dichas del todo, sonó el teléfono.

Limpieza

Sacó de su cuarto una bolsa negra llena de papeles que durante el año pesaron en su espalda. De repente, la caja de fotocopias resaltadas que nunca leyó, se vació.
Qué alivio tirar todo eso y volver a empezar.

Aprender

A veces la realidad nos fuerza a entender cómo son las cosas, cómo funciona todo, y cómo hay que responder a ese todo.
Es verdad que aprender cuesta más de lo que parece, nos cuesta aceptar que es algo nuevo y difícil. Pero si no aceptamos que la novedad está ahí, entonces vamos a terminar peor.

El dibujo lo saqué de acá