domingo

El libro de mi vida

Ya se que todos esperamos.
Todo el tiempo esperamos.
Pero siento que yo soy Mrs. Espera. Si tuviera que escribir el libro de mi vida, se llamaría Siempre Esperando.

Sala de espera. Un cuadro horrible, flores amarillas de plástico, música funcional de sala de espera, y muchas revistas viejas (muy viejas). Me impacientan las salas de espera y me ponen muy ansiosa. Si, soy muy ansiosa. Prefiero quedarme afuera, salir a caminar o esperar(te) en el barcito de la esquina.
La sala de espera solo me recuerda que estoy esperando. Horrible: estoy pendiente de ver si algún vivo me saca el lugar, o cosas así de boludas. Y además hay un reloj enorme en la pared, que me recuerda hace cuántos minutos que estoy esperando y que laputamadrepodríaestarhaciendotantasotrascosasahora. Pero no puedo hacer otras cosas, porque ahora estoy esperando.
Se que cuando llegue lo que hoy espero, ya voy a estar esperando lo que sigue. Una cinta de Moebius sin fin, digamos.



A ver cuándo se les ocurre decir mi nombre, así puedo pasar... ¿Adónde?

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cantobar dijo...

y las hormigas de Escher.