Guau!

Estabamos las chicas largas charlando largo y tendido en un balcón, uno de esos típicos balcones de la ciudad, con vista nada más y nada menos que al edificio de enfrente.
Hablabamos muy rápido y fuerte, de manera que cualquier balcón de los alrededores podía escuchar claramente nuestra conversación. No recuerdo exactamente de qué hablabamos pero si recuerdo que nos reíamos mucho. Unos sujetos, que por alguna extraña razón se encontraban en el departamento, nos miraban del lado de adentro de la ventana, imaginando que estaban viendo una pantalla gigante, similar al cine. Claro que nosotras no nos percatamos de esto cuando en determinado momento, escuchamos un ruido.
Nos miramos sin entender qué era lo que habíamos escuchado, cuando, de repente lo escuchamos de nuevo, esta vez más claro y más fuerte. "Guau!", nos dijeron. Y volvimos a escucharlo: "Guau!", se escuchó de nuevo. Sí, era un ladrido. No se nos ocurrió mejor idea que contestar de la misma forma. "Guau!" Gritamos al unísono. De repente nos invadió un miedo imposible de frenar, por lo que huimos del balcón, asustadas.