Los padres no siempre encuentran los mejores regalos para los hijos, claro está. Pero también es justo decir que se esfuerzan por regalar algún objeto que reúna un conjunto de aspectos, ilusiones y sueños que al hijo querido generen felicidad inmediata.
El problema surge cuando la felicidad es demasiada.
La señorita M. tenía pocos años de edad cuando su mamá no tuvo mejor idea que regalarle dos pajaritos para su cumpleaños. Un día, la mamá de M. entró al cuarto de su hija y la vio, paradita en el medio de la habitación, tomando al pájaro con su mano y moviendo ésta última en sentidos contrarios hacia abajo, arriba y ambos costados.
El pájaro claro está, no sobrevivió. Ahora bien, me pregunto, ¿los guionistas de Nemo, habrán consultado a la madre de la señorita M. para hacer su película, o será mera coincidencia?
La historia es real, fue aportada por Michelle.
domingo
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te acordasteeee!
bueno gordiii me voy a bañar para irme a tu casa, en breve
jaja besote
me resulta, tan pero tan fácil, imaginarme a michelle de chica , agitando al pobre piolín.
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