De repente, todos se quedan quietos, mantienen la expresión, la postura, mirando fijo hacia adelante. El único que sí se mueve, pide que se queden quietos, aprieta un botón, flash y todos se relajan, vuelven a las charlas individuales, caminan cada uno para su lado, regresan.
Esa foto no representa lo vivido. Aún así, aquél que la sacó, la guardará en un álbum y cada vez que la vea, recordará el momento en moviento.
domingo
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