miércoles

Correr

Levantarte con ese suspiro agitado, abrir las sábanas, correr a desayunar y con la tostada en la boca meterte bajo la ducha. Sacudir el shampoo, pintarrajearte mientras te lavás los dientes, correr a tomar el colectivo, llegar pensando en las escaleras que vas a tener que subir... y cuando llegás, están todos en el hall, pero la clase empezó hace 20 minutos -pensás-, es que la profesora no llegó -dice alguien- y no va a llegar -dice otro-, se fue a la marcha.
Ahí respirás. Pensás que algo positivo tenés que sacar de la situación, algo pequeño, aunque sea ínfimo, nada. Podrías haberte quedado durmiendo, estudiar desde temprano, leer, tejer la bufanda que temés nunca terminar. Pero no. Ahí estás, con ese dolor de garganta que te raspa cada vez que tragás como recordándote "ahí estoy".

3 personas ya largaron:

MAÍTA dijo...

no me vas a decir que no nos divertimoos! as always, of course. las divertidas nos dicen

Anónimo dijo...

Ya no corro más.
Lo digo yo y mi panza que, vista desde arriba, eclipsa al pequeño trebol que, con el correr de lluvias y estaciones, canta con nostalgia al año dorado en que creía llevar el don de la suerte.

La otra parte de mí dijo...

yo...ante tal situación:ME MATO!!!