Sentada sobre la cama, lo tenía entre las manos como un tesoro. Lo miraba con asombro y curiosidad, no podía dejar de pasar las hojas. La imaginación volaba junto con lo que leía. Podía ver dentro de su cabeza callejuelas confusas en ciudades desconocidas, lugares nuevos y distintos...
Pero llegó a esa página y miró con detenimiento: los pensamientos anteriores se borraron para dar lugar a uno solo, a un solo deseo. Sintió la necesidad imperante de aprender japonés.
sábado
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3 personas ya largaron:
y que era?
posta, posta
aprendé japonés que está bueno
a mí me duraron un año las ganas xD
y mi sonrisa es toda de ustedes..
muy atractivas sus formas de redactar.. me gusta y me hacen pensar...
saludos..
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