lunes

Fase I

Hay un denominador común muy notorio que se puede encontrar entre todas las situaciones que involucran la reunión de más de 150 o 200 personas.
Se ha llegado a la conclusión de que en estas situaciones existe una llamada "Fase I". No es el momento previo ni el desarrollo de la reunión sino, simplemente el momento de la llegada y el "aclimatamiento" al lugar. Consiste en un sinfin de besos, saludos y abrazos, acompañado casi siempre de alguna frase del estilo de: "Sos vos?" "La hija de...?" "Hermana de...?" "Sobrina de...?".
De más está decir que es un momento MUY extenso, en el que casi siempre se saluda a gente que no estamos seguros quién es, de donde la conocemos ni de donde salió, pero claro que siempre hay que sonreír y asentir como si estuvieramos segurisimos de saber quién es el que tenemos enfrente.

5 personas ya largaron:

Anónimo dijo...

Luego de un sinfín de experiencias juerguísticas pude entender que la fase I es uno de los momentos que más odio en mi vida.
Mezcla de vergüenza, miedo al mundo y desprecio a la hipocresía, mi cuerpo reacciona con mutismo y sudor.
Ahora soy feliz en mi repugancia.
Ahora me llamo Fulvio Jácher, manos de merluza.

MAÍTA dijo...

claro que sí, es en estos momentos, en que, en mi caso, se pone en evidencia mi incapacidad para saludar: he llegado a confundir a una persona con otra, creando situaciones de lo más extrañas y hasta a saludar a la misma persona dos veces!

cantobar dijo...

creo que lo peor que pueden decirte en esa situación es QUÉ GRANDOTA QUE ESTÁS.

losconsejosdeelvayelvira dijo...

mira sumahia o como se escriba, mas te vale que a mi no me hayas saludado por compromiso porque rompo todo y el miercoles no te pago el sueldo jajaja!!! yo tengo el poderrrrrrrrr muajajaja muajaja

con cariño, Eli..
ah y por cierto, QUE GRANDOTA QUE ESTAS! jajaja

Anónimo dijo...

-Buenas noches señor embajador.
-Buenas noches Jácher.
Acto seguido estrecho merluza derecha y los ojos del embajador se agrandan y emblanquecen disimulando la húmeda y viscosa realidad. Merluza y mano se confunden en resbalosa unión y tanto emisor como receptor responden con inmediata y espontánea secada de palma con pantalón en la zona de la nalga.
¡PUAJ!